25 abril 2005
Hombre y ventana
Como veis, soy un gran enemigo del flash para ciertas situaciones; la mayoría. Me gusta dar con la exposición precisa para que las fotos transmitan todo lo que ve mi alma. Yo no veo como los demás, en todos los sentidos. Me apasionan los reflejos. Hago mucho retrato y mucha fotografía de modelos masculinos. Los retratos son también el espejo de los ojos, los reflejos de las vidas.
La muerte pero la vida
El frío del mármol ampara los cuerpos en un intento de sacar la vida hacia fuera, de hacernos revivir el momento en que estuvieron entre nosotros. Ellos ayudaron y promocionaron la iglesia en la que están en Ávila, llamada del Mosén Rubí. Una luz de flash hubiera estropeado toda la textura de la pura piedra. Ahí, en la soledad, permanecen. Y uno se sobresalta un poco, con ese silencio de siglos, y se marcha luego pensando en cómo le gusta al hombre la inmortalidad.
Ventanas ávidas de cielo
Los eternos reflejos. La tarde trae nubes inciertas que nos cubren y esconden muchas de nuestras sombras más íntimas y queridas. Me llamó la atención el que esas ventanas estuvieran ahí tan olvidadas de la gente.
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